El mindfulness es una herramienta que, desde la conocí, me parecía que ofrecía oportunidades muy necesarias para la salud mental de las personas. Y para la mía propia.
No podemos olvidar que el origen de esta herramienta viene de la cultura Oriental, muy distinta a la nuestra, la Occidental. Nuestra cultura se ha construido sobre la inmediatez, la prisa, el trabajo y la acumulación, o lo que vendría siendo lo mismo, el consumismo.
En toda esta vorágine, el trabajo sobre nuestra salud mental tiene más de oriental que de occidental, necesitando pausa, espera, escucha y lentitud. Y son estos ingredientes los que cultivan el arte de ser conscientes.
A propósito de la conciencia, esta entrada la publico para dejar un párrafo que escribe Pablo D’Ors en su libro Biografía del silencio. Me encanta como la describe, y más me gusta poder compartirla contigo que me lees.
Ah!!! La imagen que le acompaña está diseñada por Inteligencia Artificial, a partir de las indicaciones de este párrafo, mezclado con lo que para mí es la conciencia. Prueba a jugar tú también a ver que sale J
Espero que lo disfrutes:
“En el país de la propia consciencia hay muchas moradas. Es como un castillo con muros, torreones y puentes elevadizos. Es como una isla o, mejor, como un archipiélago. Ahí eres dueña/o y señor/a como no imaginabas que podías llegar a serlo de ningún reino. Das una orden y te obedecen. Tus deseos se cumplen antes de que los hayas formulado. Es un lugar lleno, y vacío a la vez. En el estás solo/a pero no te sientes solo/a. Ese territorio es un mundo, TU MUNDO, el espejo de otro mundo; el mundo mismo pero concentrado, dilatado, expandido: tu hogar.
Esa casa tan grande y hermosa es lo que somos. Yo soy eso. Tu eres eso. Lo sepamos o no, somos los señores/señoras de todo un reino. La extensión de nuestros dominios es formidable, y triste la inconsciencia con la que lo regentamos.”
